Quiste Sacro / Pinolidal

 

  • ¿Qué es el quiste sacro?

El quiste sacro, también conocido como quiste pinolidal o fístula sacrocoxígea, es una enfermedad común que afecta a un gran número de pacientes. Actualmente, se cree que su origen es adquirido, y se relaciona a la presencia de pelo en la hendidura natal. Este pelo causa una reacción a cuerpo extraño que conduce a la formación de un poro en la línea media.

  • ¿Qué síntomas da el quiste sacro?

El quiste sacro se puede presentar como un quiste simple, un absceso agudo con o sin celulitis o un sinus que drena de forma crónica.

  • ¿Cuándo operarme y por qué?

El manejo conservador de esta patología se limita a la depilación láser y a la toma de antibiótico en caso de sobreinfección. No obstante, ambas medidas no suelen resolver el problema una vez establecido (ej: existencia de trayectos fistulosos). Por lo tanto, la cirugía es necesaria si se pretende evitar problemas futuros o la progresión de la enfermedad. La enfermedad en sí no es letal pero sí deteriora la calidad de vida de los enfermos.

  • ¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico es tan sencillo como la realización de una historia clínica y un examen físico por parte de algún miembro de nuestra unidad en consulta. Los pacientes afectos de un quiste pilonidal pueden debutar con dolor, una tumoración sacrocoxígea fluctuante o supuración activa o crónica que se origina en un sinus en la línea media glútea. Por lo general, el examen físico revela la existencia de un o varios poros en la línea media glútea +/- trayectos fístulosos múltiples dependiendo de si ha habido episodios de sobreinfección previa no controlados.

  • ¿En qué consiste la operación?

Hay que diferenciar entre el manejo de un quiste pilonidal sobreinfectado y el manejo definitivo de la enfermedad.

En caso de absceso, lo más apropiado es el desbridamiento mediante una incisión simple asociado a antibioterapia. Se ha de tener en cuenta, que entre un 10-15% de pacientes presentarán recidiva y hasta el 30% necesitarán una excisión más amplia.

La cirugía definitiva consistirá en una excisión del sinus pilonidal con cierre primario, marsupialización o dejando la herida abierta. La excisión completa conlleva la eliminación del sinus pilonidal así como de todos sus trayectos fistulosos, en caso de existir.

Varios estudios han demostrado que el cierre primario comporta unas tasas de curación más rápida, pudiendo el paciente volver a sus actividades cuotidianas más pronto. No obstante, se ha de tener en cuenta, que el cierre primario no está exento de unas tasas de recidiva elevadas.

Por otro lado, la marsupialización implica la sutura de los bordes de la piel a la base de la herida después del desbridamiento y actúa para disminuir el volumen total de la herida y prevenir la epitelización prematura. Si alguno de estos puntos cede, la herida puede continuar cicatrizando por segunda intención sin requerir otros procedimientos.

  • ¿Qué debo esperar durante el ingreso y el postoperatorio?

Tras ser valorados en nuestra consulta, dependiendo de la presencia de comorbilidades y la extensión de la enfermedad, se seleccionará a aquellos pacientes candidatos a cirugía mayor ambulatoria (es decir, sin ingreso) o a una estancia corta en el hospital, por lo general de 24 horas. En Unidad Cirugía Barcelona, los especialistas le verán en el postoperatorio inmediato, valorando su estado general, estableciendo un tratamiento para el dolor específico para usted en función de sus necesidades y evaluando el estado de la herida quirúrgica.

El equipo le facilitará una serie de directrices a seguir antes de irse a casa, para hacer de su postoperatorio una experiencia poco traumática. Se le prescribirán analgésicos y según el caso, antibióticos para completar una pauta.

En todo momento contará con un teléfono de contacto al que recurrir en caso de emergencia.

  • 12 HORAS ANTES DE LA INTERVENCIÓN:
  • Se recomienda una ducha la noche anterior o la mañana de la cirugía. En esta ducha se aconseja hacer un rasurado del vello glúteo (hacer el rasurado en este momento, en vez de en el pre-quirófano reduce las probabilidades de tener infecciones de herida en el postoperatorio).
  • 8 horas antes de la cirugía no debe comer ni beber nada, salvo las medicaciones que su cirujano/médico/anestesista le haya indicado.
  • Si toma usted algún fármaco anticoagulante o antiagregante debe comunicarlo al equipo, ya que puede ser necesario suspenderlo previamente: Clopidogrel (Disgren), Adiro (AAS), Warfarina, Acenocumarol (Sintrom), Rivaroxabán (Xarelto), Apixaban (Eliquis), Dabigatran (Pradaxa), Enoxaparina, Bemiparina.

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