Cuando un paciente se somete a una cirugía bariátrica, supone un cambio radical para su vida: gran pérdida de peso, reganancia, curación de comorbilidades y problemas frecuentes que pueden pasar después de la cirugía de la obesidad.
Pérdida de peso
La perdida de peso de los pacientes operados de cirugía bariátrica varia en función de muchos factores: técnica quirúrgica, el sistema metabólico, hábitos saludables, alimentación, etc. Normalmente los primeros meses se pierde peso de manera rápida y el cambio es radical. La pérdida de peso es más significativa durante el primer año posrcirugía tanto en la técnica del Sleeve Gátrico o Manga Gástrica como en el Bypass Gástrico.
Se suele perder más del 65% del del sobrepeso 1 año después de la cirugía de la obesidad.
Varios estudios reportan que la pérdida ponderal conseguida en los primeros 2-3 meses se asocia positivamente a la pérdida ponderal a largo plazo. Según el estudio de Unick y colaboradores, una pérdida mayor o igual a 2% en el primer mes o mayor o igual al 6% en el segundo mes, aumenta la probabilidad de conseguir una pérdida de peso significativa al año y a los 8 años.
Artículos científicos correlacionan positivamente las tasas de éxito de pérdida de peso en las revisiones en consulta con los diferentes especialistas, por eso es muy importante el seguimiento por un equipo multidisciplinar después de la cirugía para obtener buenos resultados a largo plazo. Es decir, se logra una pérdida ponderal mayor cuando no se abandona el seguimiento, y esto es especialmente importante durante el primer año postoperatorio.
Una pérdida subóptima de peso tras la cirugía bariátrica suele relacionarse en la mayoría de los casos a un exceso de ingesta energética. Es imperativo que el paciente tenga voluntad para cambiar los hábitos dietéticos, interiorizarlos y perpetuarlos. Entre los métodos para motivar al paciente para que adopte un estilo de vida saludable, hallamos la redacción de un diario de las ingestas que realiza a lo largo del día. Dicha tarea no sólo ayuda a la hora de concienciar al paciente sobre los patrones de alimentación equilibrados, sino que también permite al dietista detectar precozmente conductas de alto riesgo que jueguen en contra de la pérdida de peso.
Reganancia de peso
La reganancia ponderal (recuperación del 15% del peso mínimo registrado) es el talón de Aquiles de la cirugía metabólica y de la obesidad, dado que se correlaciona con el riesgo de recurrencia de las comorbilidades asociadas a la obesidad mórbida. La reganancia de peso demuestra que la obesidad es una enfermedad crónica sin cura y señala la importancia de un seguimiento a largo plazo mantenido.
Otros factores predictivos asociados a la ganancia de peso son: malos hábitos dietéticos, baja adherencia al seguimiento postoperatorio, dilatación del reservorio gástrico, baja actividad física y alteraciones hormonales. Algunos estudios tasan dicha reganancia en un 5% a partir del tercer año, mientras que otros registran un 28% a partir del quinto año. No obstante, en la mayoría de los casos los resultados son favorables a largo plazo y notablemente mejores en comparación con en otras técnicas endoscópicas de pérdida de peso.
Curación de enfermedades asociadas a la obesidad
Tras cirugía, la Diabetes tipo II (DM2) se soluciona globalmente en un 78% de los pacientes, presentando mejoría o resolución en el 87%. Las derivaciones biliopancreáticas son las técnicas que consiguen mejores porcentajes de resolución (95.1%), seguida del bypass gástrico en Y de Roux (BPGY) (80.3%), la gastrectomía vertical o manga gástrica (79.7%) y de la Banda Gástrica (56.7%).
La pérdida de peso produce una mejora de la dislipemia en el 80% de los casos, cuando se alcanza un IMC de 30. Todas las técnicas de cirugía bariátrica analizadas producen, al menos en el 70% de los pacientes, la mejora de la dislipemia. Cuando se analizan de manera global todos los pacientes operados, con independencia de la técnica realizada, se aprecian mejoras en los niveles de colesterol total, LDL y triglicéridos.
Todos los procedimientos bariátricos analizados demuestran un efecto beneficioso sobre la hipertensión arterial (HTA), resolviéndose o mejorando en el 78% de los casos, de modo que muchos pacientes ya no necesitan la medicación para controlar la HTA.
Respecto a los factores de riesgo cardiovascular, se ha objetivado mejoría en la función ventricular, circulación microvascular coronaria y repolarización ventricular. La cirugía bariátrica ha demostrado un aumento en la expectativa de vida de los pacientes obesos mórbidos. Esa longevidad se debe sobre todo a una disminución de los eventos cardiovasculares, como el infarto agudo de miocardio y el accidente vascular cerebral.
El SAOS o Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño está presente en el 70% de los pacientes que se someten a cirugía bariátrica, observándose una disminución de la severidad de la apnea en todos los pacientes operados, y aproximadamente un 80% de los pacientes interrumpen el tratamiento con CPAP.
Problemas frecuentes
Consideraciones especiales | ||||
Náuseas y vómitos | Estreñimiento | Intolerancia alimentaria | Sobrealimentación | |
Causas principales | Suelen suceder por comer demasiado rápido, masticar insuficientemente, mezclar líquidos con sólidos o ingerir una cantidad excesiva de comida. | Baja ingesta de fibra | Puede ser normal que cueste tolerar ciertos alimentos (carnes rojas à verduras crudas à arroz à pan blanco) | El sleeve al ser una cirugía no malabsortiva, permite el consumo de alimentos grasos (chocolates, helados, frutos secos, snacks, repostería, mayonesa…) |
Otras causas | Reflujo gastro-esofágico | Trastornos conducta alimentaria | ||
Solución | Reeducación (Dietista)
Inhibidores de la bomba de protones / antiácidos o procinéticos
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+ Hidratación
+ Verduras o legumbres trituradas + Frutas desecadas (ciruelas/pasas) |
Intentar introducir el alimento de forma paulatina un tiempo después y siempre con el consenso de la Dietista | Reeducación (Dietista)
Psicologia |